Proyecto barroco (referente, información, reflexiones y bocetos)

                        Artemisia Gentileschi

 (La lucha de una pintora herida) 

 

Artemisia Gentileschi, una de las artistas italianas más importantes del siglo XVII, fue una pintora barroca italiana, representante del caravaggismo. Evidentemente caravaggista, su estilo barroco tomó el dramatismo de su ídolo en ambiciosos cuadros históricos y religiosos (géneros inadecuados para el espíritu femenino en esa época de claroscuros) Gentileschi nació en Roma. Su padre Orazio también era artista, así que creció en una familia rodeada de pintores y escultores en los últimos coletazos del Renacimiento, en la mejor ciudad posible para el arte. A los 16 años decidió hacerse aprendiz de su padre, pese a que era impensable que una mujer ejerciera tal oficio. Su formación artística comenzó en el taller de su padre, el pintor toscano Orazio Gentileschi (1563-1639), uno de los grandes exponentes de la escuela romana de Caravaggio. Aprendió de su padre la técnica del dibujo, y el fuerte naturalismo de las obras de Caravaggio, con quien se la ha comparado por su dinamismo y por las escenas violentas que a menudo representan sus pinturas.  En sus cuadros desarrolló temas históricos y religiosos. Fueron célebres sus pinturas de personajes femeninos como Lucrecia, Betsabé, Judith o Cleopatra, en los que se han leído rasgos feministas.  Así que Gentileschi vivió una juventud feliz y plena. Todo perfecto hasta un día, con 19 años de edad, fue violada por un violador en serie, que se suponía iba a ser su maestro. Por si esto fuera poco, la chica fue torturada en el juicio (entre otras cosas sufrió un humillante examen ginecológico), para ver si decía la verdad o estaba mintiendo. El criminal fue condenado a un año de cárcel. Desde entonces su obra cambió radicalmente. Más oscura y violenta, su pintura pareció centrarse en fantasías de venganza contra su violador. La artista es hoy considerada no sólo una de las más notables artistas del barroco italiano, sino una adelantada al feminismo. Supo pintar y representar la pintura simbólicamente, logrando un esfuerzo extraordinario de identidad en una época que ser mujer en el mundo del arte era una limitación: personajes bíblicos como Judith o Susana poblaron sus cuadros como símbolos de lucha ante el patriarcado. En su obra predominan las mujeres vistas desde una perspectiva que podría considerarse feminista. Como ejemplo, algunos especialistas mencionan la particularidad del cuadro Susana y los viejos. A diferencia de lo que se solía retratar que era la escena del baño de Susana, Artemisia decidió mostrar el momento en que se quiere ir, asustada por las miradas lujuriosas de los ancianos que la rodeaban.  Sus obras contenían mucho poder feminista por lo cual es la razón que la escogí, pues en la actualidad, este tema esta muy fuerte, tomando mucho más lugar en el mundo como tema importante y preocupante por la cantidad de tragedias que han ocurrido hacia muchísimas mujeres, es por esto que mi relación directamente nacería de ahí.                  

Artemisia Gentileschi autorretrato

 “Autorretrato como mártir” 

 

 Elección de obra, propuesta y marco referencial.

  Susana y los viejos (Artemisia Gentileschi)

Creada cuando la artista solo tenía 17 años, esta pintura a gran escala representa una escena bíblica. La obra muestra a Susana, una mujer hebrea casada, siendo acosada y atacada por dos hombres mientras se bañaba. Después de negarse a tener relaciones sexuales con los agresores, Susanna es chantajeada y juzgada falsamente por adulterio. Sin embargo, su esposo, Daniel, señala la naturaleza injusta de la acusación y, a su vez, los acusadores son interrogados. Después de no encontrar consistencia en sus historia, los hombres son ejecutados. Gentileschi creó esta escena en lo que se convertiría en su estilo característico: un enfoque realista sobre la anatomía femenina, una paleta de colores profundos, y un uso magistral de la luz y la sombra. Sin embargo, lo más prominente fue que sentó las bases para el que eventualmente se convertiría en el tema preferido de Gentileschi: figuras femeninas que sufren, pero son fuertes ante todo, provenientes de la mitología, la Biblia y los relatos alegóricos.

 

 Bocetos

 

 

En ellos intente representar el acoso, como un animal, miradas que tocan y penetran dándote sensación incomoda. Los tentáculos salen de ellos como si todo su ser quisiera tragársela, acorralarla, sin escapatoria. Si bien son los primeros bocetos, creo que le falta mucho mas, aun no me convence, pues pretendo representar a los hombres como lobos hambrientos y a la mujer darle mas detalles y menos simplicidad. En los últimos bocetos ya presentes en mi bitácora, se refleja todo lo que quería representar, un poco de monstruosidad en los personajes, los tentáculos alrededor de la joven, la lengua de reptil que sale del atacante personaje masculino, el brazo de este mismo con aspecto de lobo con garras, como si quisiera devorarla, agarrar a su presa con las largas garras y brazos fuertes. Desde los ojos del otro personaje salen manos que van directo hacia el cuerpo de la mujer con ganas de manosear, tocar, sin medir sus intenciones ni consideración por el espacio personal, pues aveces esas miradas incomodas y acosadoras se sienten como si te tocara con los ojos y te volviera completamente vulnerable y con un miedo constante. Quise agregar estos aspectos monstruosos ya que en las situaciones actuales en las que nos encontramos, somos cada vez más mujeres acosadas en las calles, interrumpiéndote y faltandote el respeto como si algo les diera y le permitiera tener el derecho de decirnos y miranos como se les plasca. Nos sentimos atacadas, como si las miradas y manos nos envolviera y nos quisiera devorar. Actúan como animales, cerdos cochinos sin pudor a nada o lobos hambrientos atacando a sus presas, incansables de saciar su sed atraves del acoso. 


 

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